PREOCUPACIÓN DE CES POR LA ESTANCADA PRODUCTIVIDAD EMPRESARIAL Y LOS CONSTANTES CAMBIOS REGULATORIOS
La Confederación de Empresarios de Salamanca (CES) aplaude que 597 personas hayan encontrado trabajo en junio en la provincia de Salamanca, que suma su quinto mes consecutivo con descenso de las personas desempleadas, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Una bajada del 3,49% respecto al mes anterior y de 596 parados menos que hace un año, situándose la cifra total a día de hoy en 16.507 desempleados en Salamanca.
El presidente de CES, Antonio Rollán, subraya que “estamos ante datos positivos, pero no nos podemos relajar puesto que junio suele ser un mes bueno para la generación de empleo por dar comienzo principalmente la campaña de verano en la hostelería, donde se producen las mayores contrataciones, pero también, aunque en menor medida, el inicio de las rebajas en el sector del comercio y se experimenta un repunte en las actividades relacionadas con la construcción. Lo que necesitamos ahora es que se generen puestos de trabajo de manera sostenible”.
Sin embargo, CES muestra preocupación por el estancamiento de la productividad empresarial. “La productividad sigue siendo baja. Además, las empresas encuentran serias dificultades para cubrir determinados puestos de trabajo, lo que crea un impacto negativo en su capacidad para ejecutar proyectos y mantener la competitividad”. Por tanto, urge “desarrollar medidas que hagan avanzar esta variable que es clave en la calidad de vida de un país”.
Pero no sólo existe preocupación por la productividad empresarial, también por la inseguridad jurídica, que es la principal amenaza para la economía española, por la inestabilidad política y por los continuos cambios regulatorios. “Necesitamos un gobierno pro-empresa, que tenga una mayor consideración con las pymes, teniendo en cuenta sus necesidades, a la hora de legislar. Éstas se enfrentan a un aumento en los costes laborales y cargas impositivas, al mismo tiempo que luchan con una burocracia que obstaculiza la inversión y la contratación”.
CES defiende que para crear un entorno empresarial competitivo e incentivador, se debe mejorar la normativa, reducir las cargas administrativas y la presión fiscal, y establecer una financiación accesible y diversificada, además de que el sector empresarial pueda participar en la concreción de las políticas.