CES APOYA LAS REIVINDICACIONES DE LAS ORGANIZACIONES AGRARIAS
La Confederación de Empresarios de Salamanca (CES), en sintonía con la postura manifestada por la Confederación Nacional de Pymes (CONPYMES), de la que es miembro, manifiesta su apoyo a las reivindicaciones de las organizaciones agrarias COAG, UPA, UCCL y ASAJA para la mejora de las condiciones del sector agrario y ganadero de la provincia de Salamanca y del conjunto de España.
Tal y como ha informado COAG en un comunicado, las organizaciones reclaman un plan de choque que recoja medidas a varios niveles para la sostenibilidad del campo español, tanto a la Unión Europea como al Gobierno de España y a las Comunidades Autónomas.
A nivel europeo, exigen una flexibilización y simplificación de la actual PAC, ya que consideran que la excesiva burocracia supone unos costes inasumibles para los agricultores y ganaderos, y no posibilitan cumplir los objetivos en materia medioambiental. A nivel nacional, COAG, ASAJA, UCCL y UPA consideran necesario, entre otras medidas, la modificación y ampliación de la Ley de Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción. Y, en tercer lugar, a las Comunidades Autónomas se les demandan reformas urgentes en cuanto a la simplificación de los trámites burocráticos a los que tienen que hacer frente los profesionales del sector. Además, a nivel nacional también se pide un reforzamiento real de los mecanismos de incorporación de jóvenes para propiciar el relevo generacional ante la gran jubilación en el campo.
CES quiere remarcar que los agricultores y ganaderos son uno de los sectores clave en la economía de la provincia de Salamanca y del país, y conforman un amplio porcentaje de autónomos y pequeñas y medianas empresas que tienen que ser atendidos por las instituciones pertinentes para dar solución lo antes posible a sus demandas y necesidades.
Al mismo tiempo, CES confía en la responsabilidad de las organizaciones agrarias salmantinas en el ejercicio de las movilizaciones que en su caso promuevan, para que no afecten al normal desarrollo de otra actividad esencial para la economía española, como es la del transporte por carretera, rechazando en este sentido los actos violentos y de coacción que han venido llevando a cabo los agricultores franceses en estas dos últimas semanas.