5 CLAVES PARA RENTABILIZAR LAS REBAJAS EN TU COMERCIO

En la campaña de rebajas de verano lo que se busca es intentar vender los productos de temporada para deshacerse del stock del invierno. Pero al público hay que ofrecerle algo más que el precio como valor de tu marca; hay que apostar por otros valores para competir y utilizar las rebajas de forma inteligente.

Para aprovechar estos periodos de ofertas y promociones especiales sería interesante prestar atención a estas claves que nos pueden ayudar a tener un mayor rendimiento de las rebajas:

  1. Anunciar tu oferta en todas partes.- Poner carteles visibles en los escaparates, repetirlos en el interior del comercio, repartir folletos o incluso pedir a tus clientes más fieles que hablen sobre tu oferta a sus amistades… es un buen mecanismo para comenzar.

  2. Destacar determinados productos que al comercio le interesa vender.- No es necesario poner carteles de descuento en cada uno de los artículos de nuestra tienda para atraer la atención del cliente; a veces es más productivo centrarnos en unos cuantos productos al comienzo e intentar captar así más rápido el interés del público.

  3. Utilizar las nuevas tecnologías.- Nos referimos a utilizar las redes sociales, email, SMS y el móvil para comunicar los descuentos y las ofertas. Es conveniente no saturar al cliente con demasiada información por lo que es aconsejable enviar en cada mensaje un solo producto cada día.

    También es muy útil colocar tu comercio en Google y en otras plataformas que ubican en los mapas los comercios y te permitan añadir descripciones, imágenes, ofertas y comentarios.

  4. Trabajar programas de fidelización de clientes.- Es muy útil crear una ‘tarjeta de fidelización’ que, aparte de proporcionar ventajas y descuentos al cliente durante todo el año, normalmente del 10%, también pueda aplicársele un descuento adicional durante el periodo de rebajas.

  5. Sé creativo y flexible.- A veces la diferencia está en la forma de presentar un producto. El consumidor valora mucho la imaginación y la capacidad para sorprender. Una opción sería incorporar un aspecto lúdico que haga que los clientes entren a preguntar por lo que están viendo.

    Con respecto a la flexibilidad, nos referimos a que si se ha agotado la oferta o el cliente pretende comprar otra cosa que no está de oferta, hay que intentar cerrar la venta dándole facilidades. Si al cliente le satisface, seguro que repetirá.

Por tanto, el pequeño y mediano comercio tiene que sacar el mayor partido de sus ventajas y centrarse en todo lo que puede hacer para competir más y mejor.